domingo, 28 de marzo de 2010

EN PITUMARCA ESTA VIGENTE NUESTRA TRADICIONES

(EN ESTE LABOR CIPRIANO Y SU ESPOSA SIEMPRE PRESENTES EN CADA ACTIVIDAD)

En los surcos del tiempo PITUMARCA no es una excepción: Todos los pueblos con base social y raíz histórica lo hacen su evidencia arqueológica y su proyección demográfica. Entonces se entiende que: El hogar de una generación se edifica en la tierra que la vio nacer, en un lugar geográfico donde se llega a enraizar su vida, su futuro y su desenvolvimiento social; cuando ese hogar está construido, pasan milenios, siglos y años, se da una Identidad a la comunidad, donde nacen y crecen los hijos: Los sueños también florecen. A pesar de los cambios sociales y la evolución progresiva (en nuestro caso) de la población autóctona: Nuestro hogar sigue allí en PITUMARCA, aferrada al espacio que la cobija, que le permite progresar y enrumbar al promisorio valle del futuro: Si esto fuera en mancomunidad, mucho mejor; ese ejemplo esta a la vista de nuestros ojos, de nuestro sentimiento colectivo del ayllu, que conjuga ponderante el realce histórico que hoy aflora como un grandioso árbol, cuyas ramas frondosas constituyen miles de manos dedicados al trabajo y orientado también a nuestra sobrevivencia comunal; como el caso de ILAVE, que se distingue como uno de los cuatros ayllus de PITUMARCA, Consachapi, Qapaqchapi y Pampachiri.

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